LAS MAGNITUDES DE LA SINIESTRALIDAD

En el período comprendido entre el 1 de julio de 1996 y el 30 de junio de 1997, se contabilizaron 351.771 personas siniestradas en ocasión de su trabajo. Este total corresponde a trabajadores cubiertos por el sistema que sufrieron y/o se les declaró algún tipo de lesión y/o afección por causa de accidentes ocurridos por motivo o en ocasión del empleo o también originados en enfermedades profesionales.

A los fines de las comparaciones y tendencias de los siniestros laborales, se recurre generalmente a la utilización de un conjunto de índices que permiten analizar las relaciones entre los siniestros y la población de referencia. En particular, tres de los índices más usuales se presentan a continuación.

El índice de incidencia expresa la cantidad de trabajadores siniestrados con 1 o más días caídos, en el período de un año, por cada mil trabajadores expuestos. El valor promedio estimado de este índice para el conjunto del sistema fue de alrededor de 82,5. Los sectores de la Construcción y de Industria Manufacturera se destacan como los de mayor siniestralidad con índices superiores en más del 50% con respecto al promedio general.

El índice de incidencia en fallecidos expresa la cantidad de trabajadores muertos, en el período de un año, por cada millón de trabajadores expuestos. La estimación, en promedio para los primeros doce meses del sistema, alcanza a 221,1 trabajadores muertos por cada cien mil trabajadores. Es interesante señalar que comparado con el indicador anterior, hay ciertas analogías (por ejemplo, la Construcción es el sector con los problemas más graves), pero también diferencias significativas (Agricultura, caza, silvicultura y pesca; Explotación de minas y canteras y Transportes, almacenamiento y comunicaciones se destacan por una alta frecuencia de siniestros con consecuencias mortales.

La duración media de las bajas indica el número de jornadas que se pierden, en promedio, por cada trabajador siniestrado que haya tenido 1 o más días caídos. En promedio, se estimó, que los trabajadores siniestrados que tuvieron 1 o más días caídos, perdieron poco más de 16,5 jornadas a causa de las lesiones.

El índice de pérdida refleja cuántas jornadas de trabajo se pierden en el año, en promedio, por cada mil trabajadores expuestos. Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que se pierden más de 1.700 jornadas de trabajo, en un año, por cada mil trabajadores.