EN EL RÉGIMEN ANTERIOR:
Ineficacia de la prevención: reposa exclusivamente en la
fijación y control de normas sobre higiene y seguridad por parte
del Estado.
Reparación inadecuada debido a la falta de oportunidad en
el otorgamiento, la modalidad de suma única en las prestaciones
dinerarias, la insuficiencia de las prestaciones en especie, la carencia
de estímulos a la reinsersión del trabajador accidentado,
y al riesgo de insolvencia del empleador.
Distorsiones sobre el mercado laboral: costos altos e inciertos,
segmentación discriminatoria en el mercado de trabajo, desjerarquización
de la justicia laboral.
EN EL NUEVO SISTEMA:
Inversión en prevención: precios en función
del riesgo, modernización de la normativa de higiene y seguridad,
fortalecimiento de la fiscalización, y producción y divulgación
de información.
Reparaciones: diseñadas en función de las necesidades
de los trabajadores en cuanto a la oportunidad, cantidad, calidad y variedad
de las prestaciones, incorporando modalidades tales como rentas periódicas,
rehabilitación y recalificación profesional, y contemplando
el aumento gradual de los montos de las prestaciones dinerarias.
Eliminación de distorsiones: costos razonables y predecibles,
eliminación de los incentivos a las prácticas discriminatorias,
jerarquización de la justicia.