Durante la vigencia del régimen anterior existían alrededor de 130 compañías tradicionales que operaban en el segmento de riesgos del trabajo. Solamente 53 de estas compañías continuaron operando en el nuevo sistema, ya sea individualmente o asociadas, bajo la forma de compañías reinscriptas o como aseguradoras de riesgos del trabajo. En contraste, el nuevo sistema empezó con 44 entes de gestión en julio de 1996. Al cabo de un año, a través de un proceso de absorciones y fusiones, este número se ha reducido a 37, aunque en tres casos están en vías de formalización. De este total de entes de gestión, 15 asumen la forma de aseguradoras de riesgos del trabajo y tienen una participación de mercado que alcanza al 83% de los trabajadores con cobertura en el sistema. De este subtotal, en siete casos se observa una significativa participación operadores extranjeros provenientes de países que cuentan con sistemas avanzados de riesgos del trabajo, tales como Chile, España y los Estados Unidos. Esta inyección de tecnología y recursos de otros países complementan el esfuerzo nacional y permite augurar un impulso renovador en una actividad que en el pasado se desenvolvió condicionada y limitada por una organización institucional no apropiada.